Aún recuerdo la primera vez que te conocí, tan llena de vida y muy ingenua por cierta; esa sencillez y calidez fueron lo que me derritieron el corazón y conocerte sin dudas fueron los más grandes misterios de mi vida. Aún hoy en día recuerdo cuando venías con esa alevosía, esas ganas que doblegaron mis fríos sentimientos y desempolvaron las razones del vivir. Más bien conocerte trajo un barco de oportunidades, tolerancia, sueños, ganas de superarse y hoy en día todo se ha perdido desde el día que nos dijimos adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario